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El sentido del olfato es el camino más corto para llegar al cerebro. Una vez que las moléculas aromáticas pasan por el cerebro, entran a la corriente sanguínea a través de las membranas pulmonares. Una vez que las moléculas entran en el torrente sanguíneo, influyen en el sistema nervioso, glándulas adrenales, estómago, intestinos, ritmo cardíaco, sistemas circulatorio e inmunológico. Las moléculas aromáticas también estimulan o relajan las emociones, las actitudes, el nivel de energía, el impulso sexual, la concentración, la memoria y otras actividades cerebrales. Todo ésto con las esencias que ya conocemos.

En el antiguo Egipto se usaban aceites esenciales para múltiples propósitos: funerarios, médicos y cosméticos eran sólo algunos de ellos. La palabra perfume viene del latín a través del humo. Los egipcios se encerraban en pequeñas habitaciones y quemaban hierbas y aceites para disimular su olor corporal. Éste es el origen del incienso. Los egipcios notaron además que el humo tenía propiedades medicinales.

Para extraer los aceites esenciales de hierbas, hojas, árboles, raíces y flores se utiliza el proceso de destilación. Algunos aceites requieren mucha materia prima para conseguir un pequeño volumen, y otros son menos caros y más fáciles de producir. Por eso, si un aceite esencial es caro, significa que su elaboración es difícil y sus materias primas escasas o poco rendidoras.

* Para aliviar los dolores de cabeza use aceites esenciales de eucalipto, lavanda, tanaceto, manzanilla (camomila) y mejorana. Ponga unas gotas de cualquiera de ellso en un difusor o quemador de perfumes para mantener su hogar libre de jaquecas. Muchos médicos homeópatas prescriben el tanaceto contra las migrañas. Además, la raíz de valeriana, lúpulo y lavanda, que son sedantes y relajantes musculares, valen para aliviar los músculos contraídos del cuello. La aquilea es antiinflamatoria, antiespasmódica y ayuda a controlar la tensión alta, otra causa común de migrañas y dolores de cabeza.

* Si tiene niños, preste atención: ponga en el difusor de aromas estos aceites: 6 gotas de lavanda, 4 de manzanilla y 3 de madera de sándalo o cedro. Encienda el difusor y vea cómo la casa entra inmediatamente en calma. También puede colocar plantas de manzanilla o lavanda en una almohadilla de olor, y ponerla en la cama de sus hijos. Es segura, placentera, y el niño tendrá un sueño más profundo y reparador. El jazmín también posee cualidades sedantes, igual que el patchouli.

* La corteza de canela da un aceite muy límpido. Es cálido, sedante, especiado y reconfortante. Se han hecho encuestas sobre los efectos de la canela sobre los hombres. La mayoría de ellos dijeron que el aroma de la canela les recordaba a la cocina de la abuela, trayéndoles sentimientos de amor. Pero además, el aceite de canela ayuda a las mujeres durante las contracciones de parto, regula el ciclo menstrual y tiene ciertos efectos afrodisíacos. La canela es buena también contra las picaduras de insectos, para tratar infecciones y se usa en jarabes contra la tos. Precaución: si no diluye el aceite de canela adecuadamente, éste puede irritarle la piel. Hay algunos aceites (lavanda, árbol de té y patchouli) que se pueden aplicar sobre la piel directamente. Otros requieren una dilución indicada. Para mayor seguridad, diluya 2 a 4 gotas de aceite esencial en 1 cucharadita de té de aceite portador. Los aceites portadores permiten una absorción epidérmica segura y suavizan a los aceites esenciales más fuertes.

La aromaterapia es la corriente naturista que sostiene que el ser humano puede, a través de la piel y el tacto, alcanzar la armonía de cuerpo, mente y espíritu. El equilibrio es muy importante hoy, que la tierra sufre tanta contaminación de químicos, como lo evidencian los problemas en la capa de ozono. El estrés, las agendas sobrecargadas, los hogares agitados y los problemas de la actualidad se han convertido en parte de nuestra existencia. La aromaterapia es una forma saludable, sencilla y económica de sanar nuestra mente y nuestro cuerpo apelando a la naturaleza.