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Jabón de glicerina

Jabón de glicerina

Elaboración del jabón de glicerina.

<>Por: Luis Enrique Tavecchio.

Ingredientes:
Aceite de Coco........20%
Ácido esteárico........10%
Aceite de Ricino.......10%
Lejía (33%).............15%
Azúcar....................20%
Agua......................10%
Alcohol 96º .............15%

Para empezar yo uso estearina. No se si es lo correcto, pero me consta que sirve, igual que sirve el sebo. Como veis las grasas solo son el 40% del asunto.

El proceso original requiere de una olla grande con agitador y temperatura constantes. Además requiere lotes grandes. Yo he adaptado una versión doméstica para experimentar, pero cuanto más grande es un lote menor es el margen de error al pesar.

Entonces si nos sabemos como mínimo las *normas básicas de seguridad podemos empezar.

Supongamos un lote de 2Kg:

Pesamos las grasas 400gr de coco, 200gr de ricino y 200gr de esteárico. En mi caso uso estearina. Las calentamos al baño maría hasta hacerlas líquidas.
Mientras, se puede ir mezclando la lejía. La lejía es al 33%. Entonces cogemos 100gr de sosa y 200gr de agua y las mezclamos en una jarra de esas pirex. Cuando está bien disuelta, la mezclamos con las grasas poco a poco y removiendo. Aquí hay una sorpresita. Esto se saponifica instantáneamente. Se pone duro como un cuen-no a no ser que esté todo muy caliente (70-80º C). Entonces hay que menear hasta que todo esté homogéneamente mezclado. Lo ideal es removerlo lo más posible durante las siguientes dos horas. Cada 20 minutos durante 5 o algo así (por eso lo de la termomix). El resto de estas dos horas es como el proceso en caliente. Luis insiste que la agitación debe de ser lo más constante y homogénea posible. También recalca que el control de la temperatura es importantísimo.

Cogemos el azúcar (400gr), lo pesamos en un bote de cristal y le agregamos los 200gr de agua caliente. Mezclamos y al final se disuelve. Se puede acelerar en el microondas pero si se calienta demasiado se oscurece (se pone amarillo). Esto hacerlo al principio o el día antes por que tarda bastante en disolverse.

El alcohol hay que trabajarlo lejos de cualquier llama. El vapor de alcohol (emana a 80º) es explosivo y muy chungo de respirar (mascarilla plis). O sea que no os digo más.
Sabiendo esto, cogemos el alcohol (300gr), lo pesamos y lo ponemos a parte tapadito.

Al menos dos horas después, pasada la fase de gelificación y la de champagne que no es tan evidente, añadimos el azúcar a 60º C, poco a poco y removiendo hasta hacer de todo eso una masa homogénea. Lo de antes debía estar durísimo, ahora con el azúcar líquido la cosa se suaviza bastante (se puede remover vamos).

Entonces una vez todo muy bien mezclado, apagamos la llama y le añadimos el alcohol, mezclando suavemente. Disolver esto no es tan sencillo, pero se disuelve.

Entonces viene la prueba de la fenolftaleina. Para hacer esta prueba hay que tener una solución de fenolftaleina en alcohol al 0,1%. Es barato y fácil de encontrar.
Sacamos una parte de una cucharada del jabón y le añadimos tres gotas de la solución. Debe ponerse de un color rosa débil. Si no se pone de ningún color es que nos hemos quedado cortos de sosa. Le podemos añadir unas gotas más de lejía al jabón y remover hasta que resulte el experimento. Si se pone de un rosa muy intenso (fucsia o magenta) es que nos hemos pasado de sosa. Se puede corregir con una solución de ácido cítrico al 20% hasta que salga el experimento. Es decir, el punto se le pilla a ojo.

Ahora tenemos el jabón totalmente transparente y si lo dejamos de remover se solidifica una fina capa en la superficie muy rápido. Esto se cuela y se vierte en moldes. Si queremos le ponemos ya el aroma y el color y listo. Si no queremos usarla aun la dejamos enfriar. Esta base se derrite mejor que cualquiera que compres y podrás “aliñar” tu jabón después. Creo que además, cuando lo re-derrites se hace más transparente.

Desde que tengo esta receta he hecho muchas pruebas y como soy así, he probado a variar la receta agregando otros aceites. Con oliva (además de lo de antes) me ha ido muy bien. Por ejemplo sumando a lo anterior 300gr de aceite y su correspondiente sosa.

Como os he dicho esto se encoge luego. Pero ahora viene lo curioso. Cuando se enfría este jabón no es tan transparente, pero al cabo de unos días, cuando va perdiendo el alcohol, entonces es más transparente. He probado a echar menos alcohol y sustituirlo en parte por glicerina y parece que encoge menos. También es menos transparente.

Un detalle, este jabón tiene un sobre-engrasado >20% Si nos pasamos de grasa, el jabón es menos transparente y pueden llegar a salirle manchas blancas de sebo no saponificado.

Os entrego mi preciado tesoro como en su día Luis me lo entregó (más o menos). Supongo que cuando lo probéis, comprenderéis por que se lo agradezco tanto.

*Normas de seguridad:

El paso más importante en la elaboración de jabón es la seguridad. Todas las indicaciones de las recetas deben seguirse siempre respetando las normas básicas de seguridad. Debe protegerse a usted mismo y utilizar los recipientes y los mezcladores adecuados para la seguridad de su familia y amigos. El tema más relevante en cuanto a las medidas de seguridad se refiere al uso de la lejía. Es un veneno si se ingiere internamente y puede provocar graves quemaduras en contacto con la piel o los ojos en forma sólida o líquida. También puede reaccionar con el aluminio, la hojalata y el cobre porque es corrosiva con estos metales. Además, disolver hidróxido de sodio sólido (lejía) en agua genera una gran fuente de calor, suficiente para hacer hervir el agua si la cantidad de agua es pequeña o si el agua ya está templada desde el principio. Los vapores que se desprenden cuando se añade hidróxido de sodio al agua son nocisvos, irritantes para los ojos y los pulmones, de modo que hay que trabajar en un lugar muy bien ventilado, a poder ser al aire libre y con el viento de espaldas si trabaja con un horno tradicional. Durante la adición de lejía al agua, la temperatura ascenderá casi al punto de ebullición del agua y saldrá vapor. Utilice siempre agua a temperatura ambiente o incluso agua de la nevera; las infusiones de hierbas calientes puden romper a hervir violentamente si intenta disolver lejía en ellas sin antes enfriarlas.

Utilice vinagre para neutralizar las pequeñas salpicaduras de lejía. En caso de contacto con la piel o con los ojos, aclare la parte afectada con abundante agua y, especialmente en caso de salpicaduras en los ojos, visite a un médico urgentemente.

1. Guarde el hidróxido de sodio (sosa cáustica o lejía) dentro de un recipiente hermético en un estante elevado. Pegue una nota muy clara en el recipiente y jamás lo deje al alcance de los niños ni de animales curiosos.

2.- Utilice siempre guantes de goma al trabajar con hidróxido de sodio, al mezclar el jabón y al desmoldar el jabón recién hecho.

3.- Utilice gafas protectoras al manipular o mezclar la solución de hidróxido de sodio y las grasas.

4.- No se frote los ojos conlos guantes de goma después de haber tocado el hidróxido de sodio.

5.- A medida que añada agua al hidróxido de sodio, saldrán vapores tóxicos. Aleje bién su cara de estos vapores mientras remueve la mezcla o, mejor aun, póngase un pañuelo tapándole la nariz. Estos vapores durarán unos minutos. Trabaje siempre en un lugar ventilado.

6.- No deje el hidróxido de sodio o las mezclas destapados o abandonados.

7.- No ingiera la mezcla de jabón.

8.- No pruebe su nuevo jabón hasta que transcurran cuatro semanas completas.

9.- Cuando fabrique jabón, tenga siempre a mano una botella de vinagre que usará para lavar la zona afectada con vinagre y enjuagarla posteriormente con abundante agua.

10.- Cuando tenga que limpiar la olla del jabón, deje que se endurezca la mezcla, luego raspe los restos y échelos en una bolsa que deberá cerrar bien y depositarla en la basura. Añada vinagre al agua de lavar los platos y lave los utensilios con líquido lavavajillas pero usando guantes de goma.








 

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